domingo, 6 de septiembre de 2009

¿Quid Valerio est?


Valerio es el nombre de mi personaje favorito.
Y... sí, sí. Está inspirado en un ser de la vida real.
Pero SÓLO inspirado.
Le copio a veces los modos, a veces las dudas, a veces las frases.
Lo único a lo que soy fiel es a su descripción física.
Valerio es alto, espigado, de cabello rizado, apiñonado, de maneras muy elegantes, de voz pausada y dulce.
Pero del original nada más tomé eso.
Porque Valerio a veces puede aparecer en plena Roma Imperial.
(Por eso le puse Valerio: el nombre original del original es de origen germano... y pues ¿cómo si mi héroe era latino, podía llevar semejante nombre?) (¡valgame! me metí a googlear el nombre original y quiere decir: "el que dirige un ejército" o algo así... bueno. Pero éste es el blog de Valerio, no el de... el del original).

Mi personaje, empero, tienen cualidades de carácter que le son muy propias y que no comparte con el original.
Es más bien intemperante, aunque hace esfuerzos sobrehumanos para que no se le note. Tiene siempre tremendos conflictos religiosos (sobre todo su versión romana... las más contemporáneas tienen otro tipo de conflictos metafísicos).
Es excesivamente enamoradiso (bueno, ahí a veces sale lo autobiográfico), siempre, por alguna razón, termina haciendo todo lo contrario de lo que debe o quiere hacer, y por dentro trae un Quijote que no lo deja en paz (y a veces un Sancho Panza).

Cuando me enojo con el modelo real de mi personaje, a Valerio le pasan un montón de tragedias, todas debidas a su intemperancia. Cuando me quiero echar al plato al original (cosa que ocurre cada dos o tres lunas llenas), me como vivo al pobrecito de Valerio, el ingenuote. Cuando el original me deja apantallada, pues no escribo de Valerio... porque él es más bien mi muñeco vudú para pura y exclusiva satisfacción de mis pasiones.
A veces ocurre que comienzo un cuento sobre Valerio, y el protagonista termina siendo el que hacía las veces de Sancho Panza. Y esos cuentos también son divertidos (digo, es divertido escribirlos, no sé si leerlos).

Bueno: basta de introducción.
Tengo algunos cuentos ya escritos, unos inéditos y otros previamente publicados en otros blogs (de los cuales no pretendo dar seña, muajajaja). Espero que algún cuento sea de su agrado.
Los iré publicando poco a poco... y si pasa mucho tiempo, es que al fin logré concentrarme en la tesis...

Hasta pronto:
la esponja con chorrillo escritoril (o dicho de otro modo: la esponjita cagatinta)